Month: June 2018

Estos son los 7 pasos que seguimos en cualquier procedimiento de ortodoncia:

1- Visita introductoria y toma de registros. En esta primera cita, el especialista en ortodoncia de Propdental realiza un examen oral general y toma los registros necesarios para analizar la situación de su mordida.

2- Visita clínica – Realización del diagnóstico. El ortodoncista comenta con otros especialistas de Propdental la mejor opción e tratamiento para solucionar el problema que se ha detectado.

3- Presentación del tratamiento al paciente. Una vez nuestros expertos han decidido el mejor método de tratamiento para tu caso particular, se reunirá contigo para explicártelo y solucionarte cualquier duda al respecto. En caso que haya más de una opción de tratamiento, te propondrá ambas alternativas y te explicará los puntos buenos y flacos de cada una. Juntos decidiréis cuál es el plan de tratamiento ideal para ti.

4- Comienzo del tratamiento ortodóntico. El ortodoncista coloca los aparatos de ortodoncia que utilizarás en tus dientes. En caso que sean brackets, la visita puede ser un poco molesta y suele durar mínimo una hora.

5- Visitas periódicas de mantenimiento. Se trata de visitas cortas que se realizan cada 2-3 semanas y sirven para reajustar los aparatos y comprobar que todo sigue su cauce.

La Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) explica que la ortodoncia persigue la normalidad en el paciente, pero no alcanzar lo ideal, es decir, la perfección. Esto significa que un tratamiento ortodóncico pretende hacer que los pacientes obtengan lo que se considera un crecimiento y desarrollo de sus dientes y maxilares dentro de su propia normalidad, con un ensamblaje “armónico” de todas las piezas.

En general, el tratamiento de ortodoncia utiliza diferentes dispositivos con la finalidad de corregir anomalías de los dientes y los huesos maxilares, obteniendo mejoras en mayor o menor grado -dependiendo del problema y las características del paciente- tanto en la función de los dientes como en el aspecto estético de la cara, así como el estado de las encías.

En esta etapa temprana, es posible que una radiografía revele la necesidad de colocar en los niños ‘mantenedores de espacio’ para que los molares permanentes no reduzcan el hueco reservado a las piezas dentarias definitivas cuando se caigan los dientes de leche o alteren la relación que deben mantener los dientes para una mordida u oclusión correcta.

También es posible corregir problemas generados por hábitos anormales, como la succión del dedo pulgar, mediante un tratamiento simple de tipo interceptivo, es decir, para evitar que cualquier anomalía incipiente llegue a asentarse. Cuando no se ponen medidas de ortodoncia o éstas no impiden que se desarrolle una mala mordida, la solución está en el tratamiento correctivo mediante aparatos funcionales, fijos o removibles.